La estrategia que urge
Summary: Después de treinta y ocho meses de empecinarse en defender su estrategia de combate al narcotráfico, el presidente Felipe Calderón reconoció el martes dos en Japón: Lo que sí me queda claro es que no basta la acción policiaca o del gobierno, de las Fuerzas Armadas. Se requiere una estrategia integral de recomposición social, de prevención y tratamiento de adicciones, de búsqueda de oportunidades de empleo, de esparcimiento y educación para jóvenes… Después de que los asesinatos relacionados con el narcotráfico casi se multiplicaron por diez en los tres años de su mandato, se da cuenta que no basta la fuerza bruta para resolver el problema, cuando las voces de alerta surgieron desde el día que decidió enviar al Ejército a Michoacán. En 2005 se contabilizaron aproximadamente ochocientos cincuenta homicidios por este motivo; en 2009, de acuerdo con los medios de comunicación, ascendieron a casi ocho mil, y tan sólo en enero de 2010 rondaron los novecientos cincuenta asesinatos. Es decir que en 2005 el promedio de homicidios diarios fue de dos punto tres en 2009 de veintiuno punto nueve y en enero de 2010 de treinta y uno punto seis.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 370103 |
Después de treinta y ocho meses de empecinarse en defender su estrategia de combate al narcotráfico, el presidente Felipe Calderón reconoció el martes dos en Japón: Lo que sí me queda claro es que no basta la acción policiaca o del gobierno, de las Fuerzas Armadas. Se requiere una estrategia integral de recomposición social, de prevención y tratamiento de adicciones, de búsqueda de oportunidades de empleo, de esparcimiento y educación para jóvenes… Después de que los asesinatos relacionados con el narcotráfico casi se multiplicaron por diez en los tres años de su mandato, se da cuenta que no basta la fuerza bruta para resolver el problema, cuando las voces de alerta surgieron desde el día que decidió enviar al Ejército a Michoacán. En 2005 se contabilizaron aproximadamente ochocientos cincuenta homicidios por este motivo; en 2009, de acuerdo con los medios de comunicación, ascendieron a casi ocho mil, y tan sólo en enero de 2010 rondaron los novecientos cincuenta asesinatos. Es decir que en 2005 el promedio de homicidios diarios fue de dos punto tres en 2009 de veintiuno punto nueve y en enero de 2010 de treinta y uno punto seis.
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