Presos por ser pobres. Ladrones que roban para comer y cuyo castido sale muy caro al Estado
Summary: No dejaba de tartamudear y no era para menos. La vida le daba un vuelco. Con la garganta seca, hiló las tres o cuatro ideas suficientes para quedar condenado. El agente del Ministerio Público ordenó la redacción… Los hechos sucedieron de la siguiente manera: el día veintiocho del mes de febrero del año en curso, siendo las siete de la noche aproximadamente, entré a la tienda Walmart. En el interior se me hizo fácil tomar una caja de chocolates y un queso, metiéndolos en el interior de mi ropa, relató José Luis, un hombre de cincuenta y seis años de edad, desempleado y con domicilio en la delegación Cuauhtémoc del Distrito Federal, en ese instante incapaz de mirar a otro lado que no fueran sus zapatos sucios.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 363824 |
No dejaba de tartamudear y no era para menos. La vida le daba un vuelco. Con la garganta seca, hiló las tres o cuatro ideas suficientes para quedar condenado. El agente del Ministerio Público ordenó la redacción… Los hechos sucedieron de la siguiente manera: el día veintiocho del mes de febrero del año en curso, siendo las siete de la noche aproximadamente, entré a la tienda Walmart. En el interior se me hizo fácil tomar una caja de chocolates y un queso, metiéndolos en el interior de mi ropa, relató José Luis, un hombre de cincuenta y seis años de edad, desempleado y con domicilio en la delegación Cuauhtémoc del Distrito Federal, en ese instante incapaz de mirar a otro lado que no fueran sus zapatos sucios.
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