Un Congreso vulnerable: la precariedad institucional del poder Legislativo

Cuando los grupos parlamentarios que conforman el Frente Amplio Progresista, PRD, PT y Convergencia, tomaron las tribunas del Congreso de la Unión en abril de 2008, afirmaban impedir lo que llamaban un, albazo, en la discusión de la iniciativa en materia de reforma energética que había presentado el Ejecutivo federal. Demandaban convocar una consulta amplia y de alcances nacionales en torno al tema del petróleo… No es la primera vez que se recurre a esta táctica para interrumpir las sesiones como mecanismo de presión política. Sin embargo, nunca antes se había utilizado para boicotear el funcionamiento del Congreso. Más allá de valoraciones políticas, el hecho reveló la endeble institucionalidad del poder Legislativo. Es decir, mientras órganos deliberativos de otros países cuentan con procedimientos para enfrentar y sancionar eventualidades similares, el marco normativo del Congreso de la Unión no sólo es obsoleto, sino que está diseñado para proteger a los individuos antes que a las funciones.