La cantante del valet parking
Summary: A la salida de un frío oscuro estacionamiento subterráneo está una sonriente cobradora que, a cambio de recibir un boleto sellado, dice, Son solo dos pesitos, con esa voz que, nadie imaginaría, no canta mal las rancheras ni los boleros… A quien le inspire confianza, la mujer le suelta una confidencia: ¿Sabe qué? Yo canto. Y ya que estableció ese vínculo que surge de su simpatía, agrega: ¿No quiere comprar mi disco? Se lo dejo en cincuenta pesos.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 362580 |
A la salida de un frío oscuro estacionamiento subterráneo está una sonriente cobradora que, a cambio de recibir un boleto sellado, dice, Son solo dos pesitos, con esa voz que, nadie imaginaría, no canta mal las rancheras ni los boleros… A quien le inspire confianza, la mujer le suelta una confidencia: ¿Sabe qué? Yo canto. Y ya que estableció ese vínculo que surge de su simpatía, agrega: ¿No quiere comprar mi disco? Se lo dejo en cincuenta pesos.
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