Dudas

La tentación conservadora merodea. Hablar de los jóvenes, de los siempre nuevos jóvenes, siempre raros jóvenes, con actitudes incomprensibles, supone una comparación, de entrada, injusta. Son distintos porque no son como nosotros fuimos. El riesgo de idealizar la propia juventud siempre anda por ahí. Son distintos porque, según nosotros, todavía no comprenden la seriedad de la vida. Nos resulta difícil comprenderlos porque no son como imaginamos que debían ser. La situación se vuelve todavía más tensa cuando rompen esquemas y se lanzan a la aventura de la vida sin retomar por lo menos algo de lo que nosotros consideramos ejemplar. Reaccionamos con injusticia. Lo más fácil es arrojarles nuestra vida encima y, por qué no, también las de sus abuelos. Nuestro mundo contra el suyo, nuestra vida contra la suya… Cat Stevens logró captar ese desfase de visiones en su celebre melodía Father and son. Ése es el reto: la juventud es ruptura, es reebeldía, es búsqueda, aventura.