Apocalypto

Curioso: de la vasta producción mexicana, las películas que se ambientan en la Mesoamérica prehispánica se cuentan con una mano, apenas alguna sobre el juego de pelota, otra sobre la conversión de un macehual al catolicismo, o un paquete reducido de pelis sobre Guadalupe,Tonantzin con flashazos aislados al México antiguo, nada más. Y es extraño, dada la riqueza temática y visual y el emocionante referente histórico que de ello se desprendería. En teatro hay un constante retorno a las tragedias de tlatoanis y las batallas de la evangelización y la conquista que engarzan con el teatro didáctico que los frailes usaron para la conquista espiritual de América, y la tradición de una dramaturgia prehispánica de la que apenas se tienen noticias. Quizás en teatro el tema se haya desarrollado debido a sus propias convenciones en las que no tenemos que ver los templos de Tenochtitlan ni sus alucinantes acueductos para saber que estamos en Anáhuac; en cambio, en cinito, si no vemos, no creemos, como tampoco se puede filmar en locaciones porque todo está devastado y lleno de Wal Marts.