El señor de las moscas

No estamos solos en el momento de la muerte. Aunque no sea precisamente un consuelo, podemos tener la certeza de que al exhalar el último aliento, por lo menos contaremos con la presencia de insectos que estarán ahí para hacernos compañía... y alimentarse de nosotros… Y aunque estén muertos, los cadáveres emanan mucha vida: la de moscas, escarabajos, polillas y ácaros que en viscosos batallones se encargan de reducir la carroña a la nada… Pero esa no es la única función de estos acompañantes de los difuntos. Desde hace siglos, los artrópodos, animales invertebrados que poseen al menos tres pares de patas, han demostrado ser buenos aliados de los médicos forenses al momento de revelar el intervalo de tiempo que lleva una persona fallecida, así como de dar información sobre las adicciones de la misma, los maltratos físicos a que fue sometida o sus circunstancias de muerto... La entomología forense es el área de investigación que víncula a los insectos con la descomposición cadavérica. Y en el Distrito Federal un Laboratorio de Antropología Forense ya funciona. Algo así como un CSI, pero a la chilanga.