Barack Obama el ciberpolítico

A Barack Obama le ofrecieron ochenta millones de dólares de los contribuyentes para sufragar su carrera presidencial. Y no los aceptó. Rechazó el financiamiento público para la campaña porque está seguro de que dinero no le hará falta. Le llega a carretadas… Y no es que los magnates de las corporaciones se lo estén regalando. En realidad, gran parte de los trescientos treinta y nueve millones de dólares recaudados a la fecha fueron aportados por ciudadanos comunes y corrientes. La estrategia es sencilla: exhorta a sus simpatizantes a que cooperen con lo que sea: cinco, diez, cien o mil dólares. Y lo hace visitándolos en sus casas, metiéndose a sus oficinas, a sus salas, a sus recámaras… Lo ha conseguido gracias a Internet, una herramienta que sus rivales no sólo no han explotado sino que en realidad ni siquiera parecen comprender… Nadie ha entendido la importancia de la tecnología como Obama, quien encontró en Google, Facebook y Youtube las armas para construir su camino hacia la Casa Blanca. Obama, ya nadie lo duda, es el primer exponente de una nueva clase de líderes: es el primer ciberpolítico en la historia de la humanidad. Y trae detrás más de un millón de soldados cibernéticos, dispuestos a donar y votar.