Las maravillas de los Zares

Cuando en el siglo dieciocho los monarcas de Europa era decapitados o se veían forzados a ceder parte de su dominio, la dinastía Romanov en Rusia parecía intocable. Los zares, monarcas del Imperio Ruso desde el siglo dieciocho hasta que en 1917 estalló la Revolución de los Soviets, fueron casi una casta celestial. E hicieron valer su posición. Concentraban toda la riqueza del país. Controlaban vidas y voluntades. Tenían poder absoluto. No había ni cámaras. Ni senadores, ni consejos. No se puede entender el estallido social de la revolución soviética y el asesinato de la familia real en 1917 si no se comprende cómo vivieron los integrantes de la dinastía más poderosa y longeva del Imperio Ruso. Gracias a la exposición Maravillas de la Rusia Imperial. Colecciones del Museo Estatal de Hermitage, a inaugurar el seis de diciembre en el Museo Nacional de Antropología e Historia, seremos testigos de la opulencia, la magnificiencia y la ambición de ese Imperio rudo, cuyo esplendor y expansión geográfica fueron tales que llegaron a ser nuestros vecinos. Sí, en alguna época, México hizo frontera con el territorio ruso.