Tecnología, libertad y democracia
In: El mercado de valores 61, 6 (jun. 2001), 39-43Summary: En este trabajo, el autor hace varias reflexiones sobre el proyecto e-País que se está poniendo en marcha en México y que se fundamenta en el uso, como eje central, de Internet. En este contexto realiza un análisis de los efectos de la informática en la democracia, la política y, en general, en lo público y privado. Asimismo, hace una revisión de los factores que han permitido a Estados Unidos y los países de la Unión Europea encaminarse con éxito al desarrollo de las tecnologías de la información al servicio de la sociedad. Considera que México se enfrenta a un gran desafío en este terreno, ya que los recursos financieros que se dedican a la investigación y desarrollo son muy escasos; sin embargo, afirma que el actual es buen momento para evaluar nuestra cultura innovadora y estimular y canalizar la creatividad mexicana en forma permanente haciéndolo como política de Estado. Señala que aunque en México existe una Ley de Comercio Electrónico, aún falta mucho por hacer. Concluye que con una buena orientación, la tecnología es un factor que permitirá hacer posible una mejora sustancial en la función del Estado y, por lo tanto, combatir más eficazmente los principales problemas de nuestro país.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 345081 |
En este trabajo, el autor hace varias reflexiones sobre el proyecto e-País que se está poniendo en marcha en México y que se fundamenta en el uso, como eje central, de Internet. En este contexto realiza un análisis de los efectos de la informática en la democracia, la política y, en general, en lo público y privado. Asimismo, hace una revisión de los factores que han permitido a Estados Unidos y los países de la Unión Europea encaminarse con éxito al desarrollo de las tecnologías de la información al servicio de la sociedad. Considera que México se enfrenta a un gran desafío en este terreno, ya que los recursos financieros que se dedican a la investigación y desarrollo son muy escasos; sin embargo, afirma que el actual es buen momento para evaluar nuestra cultura innovadora y estimular y canalizar la creatividad mexicana en forma permanente haciéndolo como política de Estado. Señala que aunque en México existe una Ley de Comercio Electrónico, aún falta mucho por hacer. Concluye que con una buena orientación, la tecnología es un factor que permitirá hacer posible una mejora sustancial en la función del Estado y, por lo tanto, combatir más eficazmente los principales problemas de nuestro país.
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