Otra decisión precipitada en materia externa

El presidente Felipe Calderón ha tomado de nuevo una decisión precipitada en materia externa. Esta decisión es con respecto al llamado Plan Mérida, que tiene por objeto recibir ayuda material de Estados Unidos para la lucha contra el narcotráfico. Decisión precipitada, pues parece que no se estudiaron las experiencias pasadas, de México y de otros países respecto a su colaboración con EU. Precipitada también, pues tampoco parece haber reflexionado con el debido tiempo y cuidado, sobre las posibles consecuencias de dicha acción… Se califica a esta decisión de nueva, pues en fecha reciente el presidente Calderón incurrió en la misma precipitación en dos ocasiones. La primera fue cuando, reprobó, a Colombia por un ataque de su ejército a una base de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas, FARC, ubicada en territorio ecuatoriano. O sea, reprobó, el ataque por violación de Colombia a la integridad territorial del Ecuador, figura contemplada por el derecho internacional. Sin embargo, no se detuvo a considerar el hecho de que la base guerrillera estuviera ubicada en territorio ecuatoriano.