El temor a la sexualidad
Summary: Los valores estereotipados que reproduce sobre la representación social del ser mujer y del ser varón no se aleja del viejo esencialismo que afirma que hay una, naturaleza femenina, y otra, naturaleza masculina, negando el carácter histórico y social de la construcción de la sexualidad. Mientras las mujeres se rigen por sus hormonas, por sus afectos e inseguridad, y de ahí su necesidad de sentirse amadas y aceptadas, los hombres son eternamente prácticos, racionales y carnales. Sin embargo, ambos sexos están unidos por la culpa y la vergüenza de vivir su sexualidad. Aquí radica la relación binaria de los géneros… Las experiencias y fantasías prematrimoniales en los jóvenes es presentada como, basura, como el origen de los problemas sexuales en el matrimonio. Mujeres y hombres instruidos en el arte del amor, en el encuentro sexual placentero, en la comunicación total de sus existencias, perecieran ser los que llenan los consultorios del psicólogo, del analista y del psiquiatra. Lo que las mujeres quieren, según el autor, no es un experto en el amor oral que las haga enloquecer de placer, sino alguien que las trate como, damas, que tal vez les haga el amor a control remoto, para ser insensibles al, exótico orgasmo, podría agregar el, impúdico, Carlos Monsivais.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 341845 |
Los valores estereotipados que reproduce sobre la representación social del ser mujer y del ser varón no se aleja del viejo esencialismo que afirma que hay una, naturaleza femenina, y otra, naturaleza masculina, negando el carácter histórico y social de la construcción de la sexualidad. Mientras las mujeres se rigen por sus hormonas, por sus afectos e inseguridad, y de ahí su necesidad de sentirse amadas y aceptadas, los hombres son eternamente prácticos, racionales y carnales. Sin embargo, ambos sexos están unidos por la culpa y la vergüenza de vivir su sexualidad. Aquí radica la relación binaria de los géneros… Las experiencias y fantasías prematrimoniales en los jóvenes es presentada como, basura, como el origen de los problemas sexuales en el matrimonio. Mujeres y hombres instruidos en el arte del amor, en el encuentro sexual placentero, en la comunicación total de sus existencias, perecieran ser los que llenan los consultorios del psicólogo, del analista y del psiquiatra. Lo que las mujeres quieren, según el autor, no es un experto en el amor oral que las haga enloquecer de placer, sino alguien que las trate como, damas, que tal vez les haga el amor a control remoto, para ser insensibles al, exótico orgasmo, podría agregar el, impúdico, Carlos Monsivais.
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