Ética Feminista: la perspectiva de Católicas por el Derecho a Decidir
Summary: Imaginemos, junto con John Lennon, un mundo sin razones para morir o matar, sin avaricia ni hambre, en el que todas las personas vivan en paz y hermandad. Soñadoras como Lennon, nos permitimos anhelar un mundo en el que no haya motivos de discriminación, donde se respeten las diferencias, donde todas las personas, independientemente de su sexo, edad, raza, clase social, orientación sexual, credo o posición política cuenten con la autonomía y la libertad para acceder a las mismas oportunidades que les permitan desarrollar sus potencialidades; un mundo en el que la justicia y la democracia sean valores rectores de las relaciones humanas… Las mujeres somos la mitad de la humanidad pero apenas hace cuarenta y un años que a las mexicanas se nos reconoció nuestra ciudadanía política y apenas hace treinta y cinco que los métodos anticonceptivos modernos se pusieron al alcance de las mujeres latinoamericanas. Estos cambios han sido definitivos para la incorporación cada vez mayor de las mujeres a la educación, al trabajo fuera de la casa, a la participación política; definitivos para que desarrollemos nuestras potencialidades de acuerdo con nuestros deseos y necesidades. Y fue apenas en 1994, en el marco de la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo convocada por la ONU en El Cairo, cuando se reconoció mundialmente el papel protagónico que tenemos las mujeres en las actividades relacionadas con el logro de un desarrollo sustentable y un crecimiento poblacional sostenible.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 341838 |
Imaginemos, junto con John Lennon, un mundo sin razones para morir o matar, sin avaricia ni hambre, en el que todas las personas vivan en paz y hermandad. Soñadoras como Lennon, nos permitimos anhelar un mundo en el que no haya motivos de discriminación, donde se respeten las diferencias, donde todas las personas, independientemente de su sexo, edad, raza, clase social, orientación sexual, credo o posición política cuenten con la autonomía y la libertad para acceder a las mismas oportunidades que les permitan desarrollar sus potencialidades; un mundo en el que la justicia y la democracia sean valores rectores de las relaciones humanas… Las mujeres somos la mitad de la humanidad pero apenas hace cuarenta y un años que a las mexicanas se nos reconoció nuestra ciudadanía política y apenas hace treinta y cinco que los métodos anticonceptivos modernos se pusieron al alcance de las mujeres latinoamericanas. Estos cambios han sido definitivos para la incorporación cada vez mayor de las mujeres a la educación, al trabajo fuera de la casa, a la participación política; definitivos para que desarrollemos nuestras potencialidades de acuerdo con nuestros deseos y necesidades. Y fue apenas en 1994, en el marco de la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo convocada por la ONU en El Cairo, cuando se reconoció mundialmente el papel protagónico que tenemos las mujeres en las actividades relacionadas con el logro de un desarrollo sustentable y un crecimiento poblacional sostenible.
There are no comments on this title.