Un 10 para los niños
Summary: Los niños han hablado. La pasada jornada electoral infantil obtuvo buenos resultados y cumplió los objetivos trazados. De hecho, la participación que hubo sobrepasó las expectativas y se demostró cuando en varias casillas se agotaron las boletas estando aún decenas de niños y niñas deseosas de emitir su voto… Tal es el caso de la casilla que se instaló en el kiosco de la Alameda de la colonia Santa María la Ribera. Acompañados por sus familiares, niños y niñas se mantenían formados ante las urnas para depositar su opinión. Sin embargo, al cabo de unas horas, las boletas se habían terminado, las urnas estaban repletas y todavía quedaban muchos futuros ciudadanos que, entre emocionados y contentos, querían participar… Afortunadamente y a pesar de que el IFE lo tenía ya previsto, la capacitación de los y las jóvenes guías voluntarias a cargo de la casilla, permitió que se idearan boletas improvisadas con los mismos volantes informativos, en los cuales los infantes anotaban, en el caso de los más pequeños, sus padres lo hacían, el derecho por el cual votaban. Si alguien dudó de la capacidad de las pequeñas urnas, ese día comprobó que todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar… Después, el rostro de la satisfacción por hacerse escuchar y el pecho orgulloso portando el distintivo que indicaba a todo el mundo que había votado. Incluso, la efusividad les duró a los pequeños varios días más pues continuaban portando el distintivo para que maestros y compañeros constataran su acción en la jornada cívica.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 341786 |
Los niños han hablado. La pasada jornada electoral infantil obtuvo buenos resultados y cumplió los objetivos trazados. De hecho, la participación que hubo sobrepasó las expectativas y se demostró cuando en varias casillas se agotaron las boletas estando aún decenas de niños y niñas deseosas de emitir su voto… Tal es el caso de la casilla que se instaló en el kiosco de la Alameda de la colonia Santa María la Ribera. Acompañados por sus familiares, niños y niñas se mantenían formados ante las urnas para depositar su opinión. Sin embargo, al cabo de unas horas, las boletas se habían terminado, las urnas estaban repletas y todavía quedaban muchos futuros ciudadanos que, entre emocionados y contentos, querían participar… Afortunadamente y a pesar de que el IFE lo tenía ya previsto, la capacitación de los y las jóvenes guías voluntarias a cargo de la casilla, permitió que se idearan boletas improvisadas con los mismos volantes informativos, en los cuales los infantes anotaban, en el caso de los más pequeños, sus padres lo hacían, el derecho por el cual votaban. Si alguien dudó de la capacidad de las pequeñas urnas, ese día comprobó que todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar… Después, el rostro de la satisfacción por hacerse escuchar y el pecho orgulloso portando el distintivo que indicaba a todo el mundo que había votado. Incluso, la efusividad les duró a los pequeños varios días más pues continuaban portando el distintivo para que maestros y compañeros constataran su acción en la jornada cívica.
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