¿La televisión que merecemos?

La televisión se encuentra, de vez en cuando, en el centro del debate. Hace unas semanas, el pleito entre Televisa y Televisión Azteca es uno de los puntos de discusión. Ambas emisoras se están peleando por atraer a los anunciantes mediante campañas publicitarias que tratan de convencer sobre las ventajas que presenta anunciarse con ellos, por el rating alcanzado en sus programas… Mediante un manejo engañoso de estadísticas, Televisa trata de mostrar a los anunciantes los beneficios que obtienen al anunciarse en sus canales, mientras que Televisión Azteca, con otro manejo de datos, busca demostrar la caída del famoso rating en los canales y programas de su competidor. Asimismo, trata de convencer del incremento de audiencia que ha logrado en sus canales y programas durante el último año… Por otra parte, Televisa acusa a Ricardo Salinas de haber adquirido mañosamente la concesión de Televisión Azteca. Y éste plantea que Televisa no se queda atrás, por lo que no puede tirar la primera piedra. Este debate, que no es nuevo, debería de alertar a la sociedad sobre los mecanismos y criterios establecidos por el gobierno para concesionar los canales. Pero pareciera que la sociedad no tiene vela en el entierro en esta materia, y que sólo es un pleito entre ambas cadenas de televisión para adquirir legitimidad ante sus públicos… Mientras las grandes cadenas se pelean, hay personas y grupos que nos alertan sobre el hecho de que la televisión es un arma muy poderosa, tanto para el manejo y difusión de visiones del mundo y de la vida, como para lograr la transición democrática que muchos esperan que no tarde mucho en ser una realidad en nuestro país.