Alí Chumacero cumple noventa años
Summary: Al ejercer nuestro oficio, los críticos tenemos, además de admiraciones y antipatías, algunas de ellas inexplicables, deudas de gratitud. En mi caso personal, Alí Chumacero es uno de los contados poetas mexicanos a quienes admiro y uno de los escasos críticos literarios a quienes respeto. Además, me siento deudor de sus enseñanzas. A su lado, y en el Fondo de Cultura Económica, aprendí a someterme a la gramática y huir de todo tipo de rebuscamientos. Durante varios años tuvo la paciencia de revisar, semanalmente, mis colaboraciones destinadas al suplemento, México en la Cultura, del periódico Novedades. Las enmendaduras y sugerencias que me hizo entonces son para mí algunas de las más valiosas enseñanzas prácticas que he recibido. Asimismo le debo varios favores que me permitieron ordenar y desarrollar mis entusiasmos de joven provinciano. En un país en el que no abundan los maestros, Chumacero ha sido para mí un maestro cuya generosidad es tan grande como su falta de pedantería.Item type | Current library | Collection | Call number | Materials specified | Status | Date due | Barcode |
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 338912 |
Al ejercer nuestro oficio, los críticos tenemos, además de admiraciones y antipatías, algunas de ellas inexplicables, deudas de gratitud. En mi caso personal, Alí Chumacero es uno de los contados poetas mexicanos a quienes admiro y uno de los escasos críticos literarios a quienes respeto. Además, me siento deudor de sus enseñanzas. A su lado, y en el Fondo de Cultura Económica, aprendí a someterme a la gramática y huir de todo tipo de rebuscamientos. Durante varios años tuvo la paciencia de revisar, semanalmente, mis colaboraciones destinadas al suplemento, México en la Cultura, del periódico Novedades. Las enmendaduras y sugerencias que me hizo entonces son para mí algunas de las más valiosas enseñanzas prácticas que he recibido. Asimismo le debo varios favores que me permitieron ordenar y desarrollar mis entusiasmos de joven provinciano. En un país en el que no abundan los maestros, Chumacero ha sido para mí un maestro cuya generosidad es tan grande como su falta de pedantería.
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