De la tradición comunitaria a la modernidad cooperativa. ¿evolución, injerto o recuperación?

No es nuevo, muy al contrario, el problema de la correspondencia entre tradición comunitaria y modernidad cooperativa, autogestionaria o socialista en general. Ya en 1881, en la célebre carta a Vera Zassoulitch (1968: 1556-1573), Carlos Marx afirmaba que la comunidad rural rusa mir puede considerarse, bajo ciertas condiciones, "el punto de apoyo de la regeneración social". Esto fue objeto de discusiones acaloradas hasta los primeros momentos de la revolución rusa y, desde hace unos treinta años, ha vuelto a surgir por la multiplicación de organizaciones cooperativas, precooperativas o paracooperativas en el Tercer Mundo, donde perduran, con rasgos más o menos genuinos, numerosas organizaciones o tradiciones comunitarias. A partir de ahí, muchos pensadores y peritos del desarrollo se han planteado las posibilidades de evolución de la tradición comunitaria hacia la modernidad cooperativa, o la posibilidad de injerto de ésta en aquélla.