Lo bueno y lo malo del Informe / Juan José Hinojosa,
In: Proceso 24, 1245 (sep. 2000), 46-47Summary: La verdad, como se dice en la intimidad del lenguaje coloquial, el último informe de gobierno del sexenio, me gustó porque el Congreso recuperó su dignidad de Poder. Durante los últimos quince años se volvieron una constante, moda, concurso, las interpelaciones al presidente de la República. Confundieron las sesiones de cabildo del municipio de Huipanguillo con las reuniones del Congreso General, el pleito callejero entre regidores y alcalde con la cortesía elemental obligada entre poderes republicanos. Los diputados se disfrazaron de marranos, insultaban al titular del Poder Ejecutivo, convertían la sesión solemne en tianguis de Tepito.La verdad, como se dice en la intimidad del lenguaje coloquial, el último informe de gobierno del sexenio, me gustó porque el Congreso recuperó su dignidad de Poder. Durante los últimos quince años se volvieron una constante, moda, concurso, las interpelaciones al presidente de la República. Confundieron las sesiones de cabildo del municipio de Huipanguillo con las reuniones del Congreso General, el pleito callejero entre regidores y alcalde con la cortesía elemental obligada entre poderes republicanos. Los diputados se disfrazaron de marranos, insultaban al titular del Poder Ejecutivo, convertían la sesión solemne en tianguis de Tepito.
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