Carta abierta a Marta Sahagún / Javier Sicilia

Hace dos años estuve en la cabaña de Los Pinos desayunando con usted y algunas personas comprometidas con la cultura de este país. Recuerdo que alguien me presentó ante usted como poeta y que usted, después de sentarse a mi lado, me dijo: Qué interesante. Así que usted es poeta. A mí me gusta la poesía. Me gusta también cantar en la regadera. Pero Vicente me regaña porque lo hago muy mal. Fue todo... Pero, la verdad, señora, no se puede acallar; la verdad, usted lo sabe como católica, nos hace libres, y esa verdad, la misma que, contra viento y marea, contra ataques mucho más duros y frontales, Proceso ha defendido y le ha permitido a usted llegar adonde está, es la misma también que, contra viento y marea, seguiremos defendiendo para que sus vicios privados y los de su familia, que afectan la vida pública, no humillen a este país y para que sus muchas faldas no encubran las corrupciones que tanto daño noshan hecho.

Análisis