La formación pluricultural del Japón / Lothar Knauth

Después de una consideración somera de sus características, la cultura japonesa parece sumamente monolítica. Los propios japoneses están convencidos de la uniformidad de sus metas y valores y los consideran por lo común como una gran ventaja. A tal grado que hace unos años, su primer ministro, Nakasone, creó un incidente internacional al señalar lo uniforme de la estructura étnica, que supuestamente redundaba en un nivel educativo mayor, frente a la diversidad racial del crisol americano que consideraba una de las causas de la faltante competencia de la economía de los Estados Unidos. Sin embargo, la existencia de determinadas autoimagenes y estereotipos acerca del otro, de ninguna manera comprueba, por su mera existencia, su validez. La mayoría de las veces su arraigo se debe más bien a la falta de sensibilidad o a la ignorancia, fenómeno que se da frecuentemente en relación con los problemas de identidad étnica.