Busca EU convertir a BC en plataforma energética

Construir las instalaciones del lado mexicano de la frontera tiene, a los ojos de sus promotores, la gran ventaja de aprovechar la flexibilidad con la que se aplican y respetan las leyes, así como la entusiasta disposición de las autoridades federales y estatales para facilitar, por razones que van desde lo macroeconómico hasta lo estrictamente personal, la inversión extranjera, aunque poco aporte a la economía y al ambiente local. Además, hay menos resistencia, pues la conciencia ambiental es insipiente y la sociedad está menos organizada. Algunas compañías energéticas como apoyo de Washington y la mirada complaciente de Sacramento, pero con la oposición de legisladores y grupos ambientalistas estadounidenses que consideran que el problema no se resulve con desplazar la contaminación y los riesgos al lado mexicano, ya que la faja fronteriza también forma parte del ecosistema regional. Pero para los interesados no hay pero que valga. Si contaminar sale más barato en México ¿por qué no aprovechar la oportunidad?