La reforma hacendaria : ¿solución integral o remedio coyuntural?

Perspectiva económica

Existe un consenso muy amplio respecto a la necesidad ineludible de llevar adelante una reforma integral en este campo que resuelva de fondo las deficiencias estructurales de las finanzas públicas y, simultáneamente, dote al Estado mexicano de los recursos fiscales que requiere para el cumplimiento adecuado de sus funciones de provisión de bienes públicos y de fomento al desarrollo económico y social. Sin embargo, los consensos se rompen a propósito de la definición de cuál debe ser el contenido concreto de una reforma hacendaria. Y no podía ser de otra manera habida cuenta de sus enormes implicaciones políticas y sociales. Una reforma hacendaria implica, desde la perspectiva de la economía política, una definición tácita de qué sectores deben aportar recursos para financiar las tareas del Estado y qué sectores habrán de beneficiarse con dichos recursos. Es por ello que, más allá de sus eventuales bondades técnicas, una reforma hacendaria debe también contar con una amplia y sólida base argumentativa y programática que le confiera legitimidad. No sólo se trata de demostrar la evidente necesidad de contar con mayores recursos fiscales, sino de convencer de que, al final de cuentas, éstos habrán de ser empleados de manera adecuada en la solución de los grandes pendientes nacionales.