Entre la vida pública y la privada : religión y cultura en México

El lunes veintiuno de septiembre de 1992 México y el Vaticano establecieron relaciones diplomáticas plenas. Estas se habían roto en junio de 1865, cuando Maximiliamo provocó el retiro del último nuncio apostólico en México : Pedro Francisco Meglia. Las contradicciones encerradas en estos acontecimientos, que van desde la curiosidad anecdótica, pues el último embajador del Vaticano fue expulsado por un emperador que trajeron los conservadores en complicidad con la jerarquía católica, hasta el reconocimiento de la Iglesia católica por un Estado explícitamente laico y, hasta hace tres años, anticlerical, muestran la complejidad y dificultad implicadas en el análisis del papel que juega la religión en México al final del segundo milenio. Por todo esto, las páginas siguientes tiene una pretensión modesta : señalar los elementos que, a juicio de quien esto escribe, no se pueden olvidar al desentrañar la realidad religioso - cultural de México.