Nuevo colonialismo

Aborda el fin la guerra iniciada el pasado 20 de marzo con los bombardeos de la "coalición para el inmediato desarme y la liberación de Irak", encabezada por Estados Unidos hora y media después de haber expirado el ultimátum que el presidente George W. Bush le diera a Saddam Hussein para que se exiliara. Al menos, y a pesar de eventuales enfrentamientos, se puede considerar así por la instalación de una administración interina comandada por James Garner, general estadounidense retirado que estará a cargo de supervisar la reconstrucción del país devastado por los constantes bombardeos, no sólo de esta guerra sino desde 1991, y por los más de diez años de sanciones impuestas por la ONU, que han dejado cifras de mortandad civil más alarmantes que las ocasionadas por la más reciente ofensiva. Conforme a las cifras oficiales, las bajas totales de la coalición ascendieron a 159. Corresponden 128 a soldados estadounidenses, cuatro de ellos de origen mexicano (37 consideradas accidentales y tres desaparecidos); las fuerzas británicas perdieron 31 hombres (16 bajas consideradas accidentales). No existen cifras oficiales de las bajas de las tropas iraquíes, pero se calcula que pueden haber muerto entre 5,000 y 10,000 soldados, además de unos 600 árabes de los más de 6,000 voluntarios que llegaron como refuerzo desde el 31 de marzo. Se han contabilizado 6,850 prisioneros de guerra iraquíes detenidos cerca de Umm Qasr, además de 887 en un campamento británico y otro estadounidense, que fueron liberados en los primeros días de abril.