Pasaporte al purgatorio

El proceso electoral que se celebró en Paraguay el pasado 27 de abril (la cuarta votación democrática desde la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner en 1989) fue catalogado como uno de los más tranquilos de la historia reciente del país. Incluso, se ha dicho que la elección en que resultó vencedor Nicanor Duarte Frutos, quien será presidente de Paraguay por los próximos cinco años, ha sido una de las más "aburridas" (si es posible calificar así un proceso electoral) que el país sudamericano haya vivido. Posiblemente esto sea cierto, sobre todo si se recuerda la virulencia de las elecciones de 1989, 1993 y 1998, marcadas por la intervención militar y el enfrentamiento entre facciones. La jornada, en la que también se eligieron 45 senadores, 80 diputados nacionales, 17 gobernaciones departamentales y 191 legislaturas locales, tuvo índices de participación cercanos al 60 por ciento, muy bajos comparados con las elecciones generales de 1998, cuando la participación fue 80.8 por ciento.