Linaje rumbo al amanecer : purhepecha nipani erandero
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Article
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México indígena 4 (ene. 1990), 55-57Summary: Nuestra irrupción en la Cañada produjo el derrumbe del mundo citadino, y aparecimos en una atmósfera apacible, pero sin desbravar. La dignidad, distinción y orgullo del pucépecha son bien conocidos, desde el ancestral universo mesoamericano. Los famosos guerreros aztecas, señores principales del Anáhuac y de otras etnias y culturas, jamás lograron someter a los purépechas. Hoy, serenos, hospitalarios, generosos, pero sin mansedumbre, nos reciben entre las serranías empinadas que corren paralelas en la región. La Cañada de los Once Pueblos es una franja de tierra ancha, atezada, como la loza de barro, adornada con estrellas de la natividad, diminutas milpas, duraznos, guayabas, chayotes y chilacayotes que se confunden con sandías suspendidas en el espacio diáfano.
Nuestra irrupción en la Cañada produjo el derrumbe del mundo citadino, y aparecimos en una atmósfera apacible, pero sin desbravar. La dignidad, distinción y orgullo del pucépecha son bien conocidos, desde el ancestral universo mesoamericano. Los famosos guerreros aztecas, señores principales del Anáhuac y de otras etnias y culturas, jamás lograron someter a los purépechas. Hoy, serenos, hospitalarios, generosos, pero sin mansedumbre, nos reciben entre las serranías empinadas que corren paralelas en la región. La Cañada de los Once Pueblos es una franja de tierra ancha, atezada, como la loza de barro, adornada con estrellas de la natividad, diminutas milpas, duraznos, guayabas, chayotes y chilacayotes que se confunden con sandías suspendidas en el espacio diáfano.
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