Libros y editores mexicanos del siglo XX : 1952-1976
Material type: Article In: Castálida 7, 19 (verano 2002), 6-16Summary: En los últimos años la industria mexicana del libro se ha estancado, en consonancia con la mayor parte de la economía nacional. Las ediciones suelen ser, en el aspecto tipográfico, cada día más dignas, y en algunos casos hermosas. El precio de los libros, dado el adelgazamiento de los tirajes, no es barato ni caro: es razonable. (El libro no es más caro ni más barato que la mayoría de los productos industriales manufacturados en el país.) Las ventas, tanto internas como externas, se han detenido o, lo que es peor, en algunos casos han menguado. Para la industria del libro no son tiempos de vacas gordas, sino de vacas flacas. Los libros españoles nos han ganado la batalla en todos los campos: son más imaginativos, más modernos, más útiles, están mejor impresos y se venden con mayores facilidades de pago. Al libro español le ayuda su gobierno; al mexicano, no, por lo menos no tanto como debiera.En los últimos años la industria mexicana del libro se ha estancado, en consonancia con la mayor parte de la economía nacional. Las ediciones suelen ser, en el aspecto tipográfico, cada día más dignas, y en algunos casos hermosas. El precio de los libros, dado el adelgazamiento de los tirajes, no es barato ni caro: es razonable. (El libro no es más caro ni más barato que la mayoría de los productos industriales manufacturados en el país.) Las ventas, tanto internas como externas, se han detenido o, lo que es peor, en algunos casos han menguado. Para la industria del libro no son tiempos de vacas gordas, sino de vacas flacas. Los libros españoles nos han ganado la batalla en todos los campos: son más imaginativos, más modernos, más útiles, están mejor impresos y se venden con mayores facilidades de pago. Al libro español le ayuda su gobierno; al mexicano, no, por lo menos no tanto como debiera.
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