Chupacabras político
Material type: Article In: Voz y voto. Política elecciones 40 (jun. 1996), 32-34Summary: La ansiada reforma electoral tarda en llegar. Su retraso la desangela y la mitifica. Del prometido acto fundacional, ordenador de comportamientos, clarificador del juego político, ha pasado a ser, casi con certeza, otra estación de paso más en la ruta de la no menos afamada normalización democrática. Enterarse de los grados de avance, de los obstáculos que aún habrá de sortear el consenso, es un ejercicio de desfascinación contundente. Pero, síntoma de los tiempos, tenemos el hecho de que se siguen virtiendo generosas dosis de tinta para imaginar o intentar describir algo que, por lo demás, en el chupacabras ha encontrado una inmejorable competencia mítica; la reforma electoral difinitiva, al igual que el demoniaco ser afecto a la sangre del ganado, es algo que nadie ha visto, pero sobre la que caben toda clase de descripciones, fantasías, credulidad y escepticismo.Bajo palabra
La ansiada reforma electoral tarda en llegar. Su retraso la desangela y la mitifica. Del prometido acto fundacional, ordenador de comportamientos, clarificador del juego político, ha pasado a ser, casi con certeza, otra estación de paso más en la ruta de la no menos afamada normalización democrática. Enterarse de los grados de avance, de los obstáculos que aún habrá de sortear el consenso, es un ejercicio de desfascinación contundente. Pero, síntoma de los tiempos, tenemos el hecho de que se siguen virtiendo generosas dosis de tinta para imaginar o intentar describir algo que, por lo demás, en el chupacabras ha encontrado una inmejorable competencia mítica; la reforma electoral difinitiva, al igual que el demoniaco ser afecto a la sangre del ganado, es algo que nadie ha visto, pero sobre la que caben toda clase de descripciones, fantasías, credulidad y escepticismo.
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