Sciancia, Silicia y México
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Analítica | Biblioteca Legislativa | Hemeroteca | Available | 369968 |
No es novedoso: viene al menos desde 1993, pero el desenlace, que se acerca, concede actualidad al asunto. El nueve de abril de 1999 el diario español El País informaba que Giulio Andreotti, siete veces primer ministro de Italia y veintiún más ministro de alguna otra cosa, y ahora senador vitalicio, cargo que parece traer mala suerte a algunos políticos, esta, figura esencial de la Democracia Cristiana, como dice Lola Galán, autora de la nota, puede terminar su vida tras las rejas, a los ochenta años de edad, por mafioso. La acusación es precisa: Giulio Andreotti puso a disposición de la Cosa Nostra la influencia y el poder de que disponía como figura clave de una corriente política, participando personalmente en encuentros con exponentes destacados de la Mafia, como el padrino Toto Riina. Según el testimonio de un arrepentido, Andreotti besó a Riina en la mejilla, símbolo de pertenencia a la Mafia.
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