Revolución en palacio
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Article
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Voz y voto. Política elecciones 43 (sept. 1996), 30-32Summary: La reforma electoral, pomposamente supuesta reforma del Estado, se diseña y cumple en contra del PRI y para beneficio de la oposición, quizás como un paso más en el camino de la democracia otorgada por el Estado a las fuerzas políticas emergentes. Sea una concesión o no, el PRI advierte desde el primer momento la urgente necesidad de adecuarse a la decisión de la Presidencia de la República. Este paso va a encontrar resistencias dentro del partido, donde la vieja guardia, el personal político más experimentado, no encuentra necesario realizar concesión tras concesión ante unas organizaciones políticas que aún necesitan el apoyo o, al menos la benevolencia, para poder subsistir.
La reforma electoral, pomposamente supuesta reforma del Estado, se diseña y cumple en contra del PRI y para beneficio de la oposición, quizás como un paso más en el camino de la democracia otorgada por el Estado a las fuerzas políticas emergentes. Sea una concesión o no, el PRI advierte desde el primer momento la urgente necesidad de adecuarse a la decisión de la Presidencia de la República. Este paso va a encontrar resistencias dentro del partido, donde la vieja guardia, el personal político más experimentado, no encuentra necesario realizar concesión tras concesión ante unas organizaciones políticas que aún necesitan el apoyo o, al menos la benevolencia, para poder subsistir.
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