| Nota de sumario, etc. |
A la mayoría de la gente le resulta inconcebible un sistema monetario distinto del actual, y con ello quiero decir esencialmente distinto, no sólo accidentalmente diferente, pese a que éste sintetiza lo peor de tres mundos. Primero: el mundo del dinero fiduciario, sin respaldo de ningún tipo, sin valor intrínseco, el mundo del dinero de papel o de plástico. Segundo: el mundo del dinero fiduciario, ofrecido monopólicamente por una entidad estatal, el banco central. Tercero: el mundo del dinero fiduciario, ofrecido monopólicamente por una entidad estatal e impuesto por ley, es decir, por la fuerza, como única moneda de curso legal… Este sistema monetario, que sintetiza lo peor de tres mundos, y cuyo núcleo es el banco central, es el responsable de la inflación, entendida no como el alza general, sostenida y dispareja de los precios, tampoco como el excesivo incremento en la cantidad de dinero que se intercambia, lo cual trae como consecuencia el alza general sostenida y dispareja de los precios, sino, tal y como la define Joerg Cuido Huelsmann en su obra The ethics of money production, como ...la extensión de la cantidad nominal de cualquier medio de intercambio más allá de la cantidad que se hubiera producido en el mercado libre; definición que supone que el dinero se puede producir y ofrecer en el mercado libre, de la misma manera que se producen y ofrecen la gran mayoría de los bienes y servicios, algo que, tratándose del dinero, parece ser, no solamente indeseable, sino imposible. |
