Yo, Anarquista
Santiago, Aníbal
Yo, Anarquista
Osvaldo, al igual que otros jóvenes mexicanos que piensan como él, está convencido de que el mejor gobierno es el que no existe. Y que es mejor combatirlo con acciones directas que esperar a que se desgaste. Así que él, oriundo de Oaxaca, tiene ya seis años participando en colectivos anarquistas, que han recibido atención por sus ataques a la policía al final de las manifestaciones por los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. A Osvaldo no le hace mella alguna que los anarquistas como el sean repudiados por una enorme mayoría de quienes han marchado recientemente y que les acusa de hacerle un favor al gobierno con el uso de la violencia. A él que no le vengan con eso. Ni él ni sus compañeros usan la violencia, son actos legítimos de protesta, ni las marchas en paz sirven de algo, se deben romper los esquemas, es una protesta, ¿cómo quieres eso con pacifismo?. Así que aquí esta, un día después de los enfrentamientos del veinte de noviembre. Dispuesto a contar y decir, con orgullo: Yo, anarquista.
Yo, Anarquista
Osvaldo, al igual que otros jóvenes mexicanos que piensan como él, está convencido de que el mejor gobierno es el que no existe. Y que es mejor combatirlo con acciones directas que esperar a que se desgaste. Así que él, oriundo de Oaxaca, tiene ya seis años participando en colectivos anarquistas, que han recibido atención por sus ataques a la policía al final de las manifestaciones por los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. A Osvaldo no le hace mella alguna que los anarquistas como el sean repudiados por una enorme mayoría de quienes han marchado recientemente y que les acusa de hacerle un favor al gobierno con el uso de la violencia. A él que no le vengan con eso. Ni él ni sus compañeros usan la violencia, son actos legítimos de protesta, ni las marchas en paz sirven de algo, se deben romper los esquemas, es una protesta, ¿cómo quieres eso con pacifismo?. Así que aquí esta, un día después de los enfrentamientos del veinte de noviembre. Dispuesto a contar y decir, con orgullo: Yo, anarquista.