Cambio climaìtico-aprendiendo de los retos del ozono estratosférico
Molina Pasquel, Mario
Cambio climaìtico-aprendiendo de los retos del ozono estratosférico
El ozono se encuentra principalmente en la estratósfera. La segunda capa de nuestra atmosfera, a una altura de entre diez a cincuenta kilómetros. Una molécula de ozono contiene tres átomos de oxígeno, en lugar de las dos que se encuentran en moléculas normales de oxigeno; se forma en altitudes altas a través de la acción de olas cortas de radiación solar sobre moléculas de oxígeno. El ozono estratosférico ha hecho posible que la vida evolucione en nuestro Planeta; ya que actúa como un tipo de bloqueador solar, absorbiendo gran parte de los dañinos rayos de radiación ultravioleta que destruyen la molécula del DNA, que es esencial para la vida como la conocemos. En 1974, descubrimos que los clorofluorocarbonos, CFC, en ese entonces comúnmente utilizados para la refrigeración y como propelentes de latas de aerosol pueden tener un efecto nocivo sobre el ozono. En la estratósfera, los CFC se descomponen debido a la acción de olas cortas de radiación solar que desprenden los átomos de cloro, que a su vez comienzan reacciones en cadenas que destruyen el ozono. Concluimos que los CFC podrían ocasionar una reducción en la capa de ozono, potencialmente ocasionando daños a la salud de la humanidad y el medio ambiente.
Cambio climaìtico-aprendiendo de los retos del ozono estratosférico
El ozono se encuentra principalmente en la estratósfera. La segunda capa de nuestra atmosfera, a una altura de entre diez a cincuenta kilómetros. Una molécula de ozono contiene tres átomos de oxígeno, en lugar de las dos que se encuentran en moléculas normales de oxigeno; se forma en altitudes altas a través de la acción de olas cortas de radiación solar sobre moléculas de oxígeno. El ozono estratosférico ha hecho posible que la vida evolucione en nuestro Planeta; ya que actúa como un tipo de bloqueador solar, absorbiendo gran parte de los dañinos rayos de radiación ultravioleta que destruyen la molécula del DNA, que es esencial para la vida como la conocemos. En 1974, descubrimos que los clorofluorocarbonos, CFC, en ese entonces comúnmente utilizados para la refrigeración y como propelentes de latas de aerosol pueden tener un efecto nocivo sobre el ozono. En la estratósfera, los CFC se descomponen debido a la acción de olas cortas de radiación solar que desprenden los átomos de cloro, que a su vez comienzan reacciones en cadenas que destruyen el ozono. Concluimos que los CFC podrían ocasionar una reducción en la capa de ozono, potencialmente ocasionando daños a la salud de la humanidad y el medio ambiente.