La armonía del mar y el desierto, San Carlos, Sonora
La armonía del mar y el desierto, San Carlos, Sonora
En la costa del mar de Cortés, este reducto de playa y montaña fue un refugio cálido y prolífico durante siglos para seris, guaymas y yaquis, pueblos nativos del noroeste de México. En el proceso de conquista de estos territorios, ancló en la tranquila bahía un navío español de nombre San Carlos. En honor de esa embarcación, este paraíso natural tomó su nombre cristiano y se insertó en el proceso de colonización y civilización. En la actualidad, San Carlos es una comisaría del municipio de Guaymas, Sonora, a ciento veinte kilómetros de Hermosillo, y un destino turístico muy apreciado por nacionales y extranjeros. Tiene una población de menos de dos mil quinientos habitantes, de los cuales una significativa proporción es extranjera, conformada principalmente por estadounidenses y canadienses que huyen de sus inclementes inviernos.
En la costa del mar de Cortés, este reducto de playa y montaña fue un refugio cálido y prolífico durante siglos para seris, guaymas y yaquis, pueblos nativos del noroeste de México. En el proceso de conquista de estos territorios, ancló en la tranquila bahía un navío español de nombre San Carlos. En honor de esa embarcación, este paraíso natural tomó su nombre cristiano y se insertó en el proceso de colonización y civilización. En la actualidad, San Carlos es una comisaría del municipio de Guaymas, Sonora, a ciento veinte kilómetros de Hermosillo, y un destino turístico muy apreciado por nacionales y extranjeros. Tiene una población de menos de dos mil quinientos habitantes, de los cuales una significativa proporción es extranjera, conformada principalmente por estadounidenses y canadienses que huyen de sus inclementes inviernos.