¿Qué hacemos con los gobernadores?
Hernández, Juan Luis
¿Qué hacemos con los gobernadores?
¿Qué les pasa a los gobernadores? ¿Por qué sólo reprimen y se apropian de bienes públicos? ¿Por qué son uno de los enemigos más peligrosos de los ciudadanos? El gobernador de Puebla no es capaz de pedir disculpas a la madre de un chico que perdió la vida en una intervención de la policía estatal; el gobernador de Quintana Roo clona revistas críticas de su gestión para volverlas pasquines con loas a su favor; el gobernador de Sonora no avisa a nadie que construirá una presa para beneficiar a su familia, pero se ha dedicado en los últimos días a enviar a la cárcel a líderes yaquis, principales críticos de su gobierno; el gobernador del Estado de México gasta millones en promocionar su tercer Informe de Gobierno mientras su entidad se incendia con acciones del crimen organizado; el gobernador de Guerrero brilla por su ausencia y se caracteriza por su desidia, mientras la entidad está asolada por el crimen y la pobreza; el gobernador de Veracruz acosa a la prensa local, a los otros poderes, y una y otra vez atemoriza a sus opositores.
¿Qué hacemos con los gobernadores?
¿Qué les pasa a los gobernadores? ¿Por qué sólo reprimen y se apropian de bienes públicos? ¿Por qué son uno de los enemigos más peligrosos de los ciudadanos? El gobernador de Puebla no es capaz de pedir disculpas a la madre de un chico que perdió la vida en una intervención de la policía estatal; el gobernador de Quintana Roo clona revistas críticas de su gestión para volverlas pasquines con loas a su favor; el gobernador de Sonora no avisa a nadie que construirá una presa para beneficiar a su familia, pero se ha dedicado en los últimos días a enviar a la cárcel a líderes yaquis, principales críticos de su gobierno; el gobernador del Estado de México gasta millones en promocionar su tercer Informe de Gobierno mientras su entidad se incendia con acciones del crimen organizado; el gobernador de Guerrero brilla por su ausencia y se caracteriza por su desidia, mientras la entidad está asolada por el crimen y la pobreza; el gobernador de Veracruz acosa a la prensa local, a los otros poderes, y una y otra vez atemoriza a sus opositores.
