De una infancia medrosa
Cortázar, Julio 1914-1984
De una infancia medrosa
Interrogarme sobre el miedo en mi infancia es abrir un territorio vertiginoso y cruel que vanamente he tratado de olvidar, todo adulto es hipócrita frente a una parte de su niñez, pero que vuelven en las pesadillas de la noche y en esas otras pesadillas que he ido escribiendo bajo la forma de cuentos fantásticos. La casa de mi infancia estaba llena de sombras, recodos, altillos y sótanos, y a la caída de la noche las distancias se desmesuraban para ese chico que debía ir al baño atravesando dos patios, o traer lo que le pedían desde una despensa remota. Sagas sangrientas de asesinos circulaban en las sobremesas familiares, y el suburbio abundaba en ladrones y vagabundos peligrosos, pero todo eso, que aterraba comprensiblemente a mi madre, sólo incidió marginalmente en mis miedos…
De una infancia medrosa
Interrogarme sobre el miedo en mi infancia es abrir un territorio vertiginoso y cruel que vanamente he tratado de olvidar, todo adulto es hipócrita frente a una parte de su niñez, pero que vuelven en las pesadillas de la noche y en esas otras pesadillas que he ido escribiendo bajo la forma de cuentos fantásticos. La casa de mi infancia estaba llena de sombras, recodos, altillos y sótanos, y a la caída de la noche las distancias se desmesuraban para ese chico que debía ir al baño atravesando dos patios, o traer lo que le pedían desde una despensa remota. Sagas sangrientas de asesinos circulaban en las sobremesas familiares, y el suburbio abundaba en ladrones y vagabundos peligrosos, pero todo eso, que aterraba comprensiblemente a mi madre, sólo incidió marginalmente en mis miedos…