Palabras de amor y gratitud de un intruso bendecido
Vela, Sergio
Palabras de amor y gratitud de un intruso bendecido
Ernesto de la Peña es una de las figuras que se han convertido en faros para la humanidad. Su infatigable trabajo como lingüista, académico y divulgador del conocimiento alumbra senderos que las generaciones por venir seguramente seguirán. La erudición de su obra acompañará a todo aquel que desee recorrer el camino del saber. Hace algunos años, cuando Ernesto de la Peña cumplía su octava década de vida, tuve el privilegio de presentar los volúmenes de su obra reunida que, con el impulso decisivo de María Luisa Tavernier, publicó el Conaculta en 2007. En las páginas iniciales del primer volumen afirmé, como ahora, que Ernesto fue, un visitante asiduo y ávido de los territorios ingentes de los muchos quehaceres del hombre, y añadí, palabras más o palabras menos, que la obra del autor, que hizo de la palabra escrita no solo un medio de expresión sino el puente hacia las provincias de la inteligencia y el conocimiento humanos, nos revela la búsqueda del ser humano integral y el anhelo de que en la obra de un solo hombre puede descifrarse, en toda su complejidad, al Hombre.
Palabras de amor y gratitud de un intruso bendecido
Ernesto de la Peña es una de las figuras que se han convertido en faros para la humanidad. Su infatigable trabajo como lingüista, académico y divulgador del conocimiento alumbra senderos que las generaciones por venir seguramente seguirán. La erudición de su obra acompañará a todo aquel que desee recorrer el camino del saber. Hace algunos años, cuando Ernesto de la Peña cumplía su octava década de vida, tuve el privilegio de presentar los volúmenes de su obra reunida que, con el impulso decisivo de María Luisa Tavernier, publicó el Conaculta en 2007. En las páginas iniciales del primer volumen afirmé, como ahora, que Ernesto fue, un visitante asiduo y ávido de los territorios ingentes de los muchos quehaceres del hombre, y añadí, palabras más o palabras menos, que la obra del autor, que hizo de la palabra escrita no solo un medio de expresión sino el puente hacia las provincias de la inteligencia y el conocimiento humanos, nos revela la búsqueda del ser humano integral y el anhelo de que en la obra de un solo hombre puede descifrarse, en toda su complejidad, al Hombre.