Las muchas armas, los muchos muertos
Huchim, Eduardo R.
Las muchas armas, los muchos muertos
¿Dónde queda la racionalidad de una política pública que persigue, encarcela y mata a los exportadores de sustancias para el esparcimiento, mientras se mantiene pasivo ante el alud de armas? Las cifras son estremecedoras. Antes de que termine este día habrán sido asesinados veintitrés mexicanos en este país, casi uno cada hora. En lo que va del año, hasta el seis de junio, fueron muertos tres mil trescientos dieciséis, y en lo que va del sexenio los homicidios llegan a doce mil trescientos dieciséis, Reforma, siete junio del 2014. Importa poco si son más o menos caídos que en el anterior sexenio. Importa mucho, en cambio, que la violencia no cese porque el actual gobierno no entiende, igual que su predecesor, que combatir a sangre y fuego al narcotráfico no ha tenido éxito en ningún lugar del mundo, y que es preciso cambiar la estrategia y valorar la posibilidad de regular el consumo, la producción y el comercio de las drogas hoy prohibidas.
Las muchas armas, los muchos muertos
¿Dónde queda la racionalidad de una política pública que persigue, encarcela y mata a los exportadores de sustancias para el esparcimiento, mientras se mantiene pasivo ante el alud de armas? Las cifras son estremecedoras. Antes de que termine este día habrán sido asesinados veintitrés mexicanos en este país, casi uno cada hora. En lo que va del año, hasta el seis de junio, fueron muertos tres mil trescientos dieciséis, y en lo que va del sexenio los homicidios llegan a doce mil trescientos dieciséis, Reforma, siete junio del 2014. Importa poco si son más o menos caídos que en el anterior sexenio. Importa mucho, en cambio, que la violencia no cese porque el actual gobierno no entiende, igual que su predecesor, que combatir a sangre y fuego al narcotráfico no ha tenido éxito en ningún lugar del mundo, y que es preciso cambiar la estrategia y valorar la posibilidad de regular el consumo, la producción y el comercio de las drogas hoy prohibidas.