Arnoldo, los comunistas y los cristianos
Musacchio, Humberto, 1943-
Arnoldo, los comunistas y los cristianos
En 1985 Arnoldo Martínez Verdugo era candidato a diputado federal por el Partido Socialista Unificado de México, el PSUM. Para impulsar su campaña, acordamos que yo escribiría un libro sobre su trayectoria política basado en entrevistas que le hice en abril de ese año. En ésas estábamos cuando Arnoldo fue secuestrado por un grupo de rufianes que se decían del Partido de los Pobres, quienes acusaban a los dirigentes del extinto Partido Comunista Mexicano de haberse quedado con una parte del rescate que el grupo de Lucio Cabañas había recibido por el rapto y posterior liberación de Rubén Figueroa, político priista de negro historial… Pasados los comicios, Arnoldo fue liberado mediante el pago de una fuerte suma que aportó el gobierno federal. Además del dinero, para soltarlo los plagiarios pusieron la condición de que el dirigente comunista publicara lo que en la jerga estalinista se llama una, autoconfesión, esto es, una pública aceptación de las culpas que le atribuían sus captores.
Arnoldo, los comunistas y los cristianos
En 1985 Arnoldo Martínez Verdugo era candidato a diputado federal por el Partido Socialista Unificado de México, el PSUM. Para impulsar su campaña, acordamos que yo escribiría un libro sobre su trayectoria política basado en entrevistas que le hice en abril de ese año. En ésas estábamos cuando Arnoldo fue secuestrado por un grupo de rufianes que se decían del Partido de los Pobres, quienes acusaban a los dirigentes del extinto Partido Comunista Mexicano de haberse quedado con una parte del rescate que el grupo de Lucio Cabañas había recibido por el rapto y posterior liberación de Rubén Figueroa, político priista de negro historial… Pasados los comicios, Arnoldo fue liberado mediante el pago de una fuerte suma que aportó el gobierno federal. Además del dinero, para soltarlo los plagiarios pusieron la condición de que el dirigente comunista publicara lo que en la jerga estalinista se llama una, autoconfesión, esto es, una pública aceptación de las culpas que le atribuían sus captores.
