El apetito por acabar los 12 años de ayuno presidencial
Santiago, Aníbal
El apetito por acabar los 12 años de ayuno presidencial
Una relojería, roja y aceitada, arropa a Enrique Peña Nieto. Todo funciona, todo es espectacular, sincronizado, radiante. Pura vida y hermandad. A esta maquinaria priista que aguarda, con apetito contenido, el término de doce años de ayuno presidencial, no parece que haya mucho que le espante el sueño. Su candidato es puntero en la carrera por Los Pinos y como tal se mueve en un entorno controlado y eufórico… La campaña del héroe de Atlacomulco recorre bastiones tricolores y recibe puro amor partidista: sonrisas y besos y fotos y saludos y jaloneos. Ese ejército priista, el de base y el de verdad, el de los invitados especiales, ha demostrado el músculo y los dientes. A un lado han quedado los jóvenes de la Ibero, los Yosoycientotreintaydos, los documentos que hablan de millones y millones de pesos pagados a Televida, el, respeto, y la, amistad, por Carlos Salinas de Gortari. Todo eso ha sido opacado por la felicidad, por la certidumbre del futuro, por la confianza que exuda la estructura priista.
El apetito por acabar los 12 años de ayuno presidencial
Una relojería, roja y aceitada, arropa a Enrique Peña Nieto. Todo funciona, todo es espectacular, sincronizado, radiante. Pura vida y hermandad. A esta maquinaria priista que aguarda, con apetito contenido, el término de doce años de ayuno presidencial, no parece que haya mucho que le espante el sueño. Su candidato es puntero en la carrera por Los Pinos y como tal se mueve en un entorno controlado y eufórico… La campaña del héroe de Atlacomulco recorre bastiones tricolores y recibe puro amor partidista: sonrisas y besos y fotos y saludos y jaloneos. Ese ejército priista, el de base y el de verdad, el de los invitados especiales, ha demostrado el músculo y los dientes. A un lado han quedado los jóvenes de la Ibero, los Yosoycientotreintaydos, los documentos que hablan de millones y millones de pesos pagados a Televida, el, respeto, y la, amistad, por Carlos Salinas de Gortari. Todo eso ha sido opacado por la felicidad, por la certidumbre del futuro, por la confianza que exuda la estructura priista.