Voto negativo y alianzas anti PRI
Hernández, Juan Luis
Voto negativo y alianzas anti PRI
En una reciente publicación, La con figuración del voto negativo en una democracia emergente: las campañas presidenciales mexicanas de 2000 y 2006, auspiciada primero por la Universidad Iberoamericana y luego por el Instituto Electoral del Estado de México, afirmo que el voto negativo es una tendencia de comportamiento electoral que cada vez más convence a partidos, propagandistas y electores… Se entiende por voto negativo a la opción política de votar no a favor de alguien, sino básica y esencialmente en contra de alguien en una primera opción. El voto negativo tiene cabida en situaciones por lo regular muy competidas o cuando logra organizarse un frente común político para desafiar una hegemonía de largo tiempo. El voto negativo también es el favorito de cada vez más mercadólogos de la política que investigan los aspectos psicológicos de los votantes para incidir en sus afectos, sus filias y fobias y así capitalizar, más que la racionalidad del voto, la emoción de los aspectos que generan las campañas políticas.
Voto negativo y alianzas anti PRI
En una reciente publicación, La con figuración del voto negativo en una democracia emergente: las campañas presidenciales mexicanas de 2000 y 2006, auspiciada primero por la Universidad Iberoamericana y luego por el Instituto Electoral del Estado de México, afirmo que el voto negativo es una tendencia de comportamiento electoral que cada vez más convence a partidos, propagandistas y electores… Se entiende por voto negativo a la opción política de votar no a favor de alguien, sino básica y esencialmente en contra de alguien en una primera opción. El voto negativo tiene cabida en situaciones por lo regular muy competidas o cuando logra organizarse un frente común político para desafiar una hegemonía de largo tiempo. El voto negativo también es el favorito de cada vez más mercadólogos de la política que investigan los aspectos psicológicos de los votantes para incidir en sus afectos, sus filias y fobias y así capitalizar, más que la racionalidad del voto, la emoción de los aspectos que generan las campañas políticas.