Rodríguez Flores-Roux: La nariz privilegiada de un perfumista mexicano
Vega, Patricia
Rodríguez Flores-Roux: La nariz privilegiada de un perfumista mexicano
Picó piedra al creer la fragancia para un shampú medicinal contra los parásitos del vello púbico y para otro destinado a perros. Hoy Rodrigo Flores,Roux es el único latinamericano que juega en las grandes ligas de la alta perfumería internacional. Su trabajo para compañía de cosméticos como Clinique, grandes firmas de diseñadores como Tom Ford, Hugo Boss y Dulce and Gabbana,y celebridades como Halle Berry o Hilary Duff, lo ha llevado a obtener varios premios FIFI, el óscar de la perfumería otorgados cinco en Estados Unidos y dos en Alemanie y Gran Bretaña… Rodrigo vive en Nueva York, donde tiene su centro de operaciones en el corporativo suizo Givaudan. Ahí intenta que sus perfumes tengan un cierto toque, twist, le llama él, que le recuerde la infancia que asocia con las posadas y el peculiar olor de las mandarinas apachurradas al caer de las piñatas… Porque si bien a sus cuarenta y cuatro años ha conquistado renombre internaciona1, no olvida sus orígenes: su inspiración parte de los poemas que Carlos Pellicer dedicó a la naturaleza, de la música de Agustín Lara y de la plástica mexicana.Esta es la historia del mexicano conocido en el mundo de la perfumería como, el rey de los cítricos.
Rodríguez Flores-Roux: La nariz privilegiada de un perfumista mexicano
Picó piedra al creer la fragancia para un shampú medicinal contra los parásitos del vello púbico y para otro destinado a perros. Hoy Rodrigo Flores,Roux es el único latinamericano que juega en las grandes ligas de la alta perfumería internacional. Su trabajo para compañía de cosméticos como Clinique, grandes firmas de diseñadores como Tom Ford, Hugo Boss y Dulce and Gabbana,y celebridades como Halle Berry o Hilary Duff, lo ha llevado a obtener varios premios FIFI, el óscar de la perfumería otorgados cinco en Estados Unidos y dos en Alemanie y Gran Bretaña… Rodrigo vive en Nueva York, donde tiene su centro de operaciones en el corporativo suizo Givaudan. Ahí intenta que sus perfumes tengan un cierto toque, twist, le llama él, que le recuerde la infancia que asocia con las posadas y el peculiar olor de las mandarinas apachurradas al caer de las piñatas… Porque si bien a sus cuarenta y cuatro años ha conquistado renombre internaciona1, no olvida sus orígenes: su inspiración parte de los poemas que Carlos Pellicer dedicó a la naturaleza, de la música de Agustín Lara y de la plástica mexicana.Esta es la historia del mexicano conocido en el mundo de la perfumería como, el rey de los cítricos.