@Revolución 132 maneras de reventar la apatía
Acuña, Carlos
@Revolución 132 maneras de reventar la apatía
Surgidos de la nada, por la puerta lateral, y a puro golpe digital, los jóvenes han llenado esta primavera mexicana con un aire de esperanza, con un aire ligero viento democrático que se ha logrado colar y ocupar los espacios públicos de un país preelectoral más aburrido que un pueblo perdido en medio de la nada… Decenas primero, cientos y luego miles de jóvenes universitarios pertenecientes a una generación de la que pocos esperaban gran cosa han quebrado la apatía y han recuperado el valor de la protesta, la alegría de doblar, así sea una única ocasión, a ese monstruo por tantos temido, de desafiar a los grandes medios de comunicación que todo lo manipulan y lo sesgan... Estudiantes pertrechados con lo que no tuvieron otros jóvenes en otras épocas, con las armas tecnológicas de Twitter, Facebook y YouTube, han dejado muy claro que están hartos de ser calificados como apáticos, como vale,madres a los que no les interesa su país. Apartidistas,que no apolíticos, no quieren resignarse. Tal vez una voz no sea suficiente para cambiar las cosas. Tal vez ciento treinta y un voces tampoco sean suficientes. Pero quizás ciento treinta y dos personas puedan hacer una diferencia. Eso es lo que nos cuentan. Y eso es lo que cuenta.
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Surgidos de la nada, por la puerta lateral, y a puro golpe digital, los jóvenes han llenado esta primavera mexicana con un aire de esperanza, con un aire ligero viento democrático que se ha logrado colar y ocupar los espacios públicos de un país preelectoral más aburrido que un pueblo perdido en medio de la nada… Decenas primero, cientos y luego miles de jóvenes universitarios pertenecientes a una generación de la que pocos esperaban gran cosa han quebrado la apatía y han recuperado el valor de la protesta, la alegría de doblar, así sea una única ocasión, a ese monstruo por tantos temido, de desafiar a los grandes medios de comunicación que todo lo manipulan y lo sesgan... Estudiantes pertrechados con lo que no tuvieron otros jóvenes en otras épocas, con las armas tecnológicas de Twitter, Facebook y YouTube, han dejado muy claro que están hartos de ser calificados como apáticos, como vale,madres a los que no les interesa su país. Apartidistas,que no apolíticos, no quieren resignarse. Tal vez una voz no sea suficiente para cambiar las cosas. Tal vez ciento treinta y un voces tampoco sean suficientes. Pero quizás ciento treinta y dos personas puedan hacer una diferencia. Eso es lo que nos cuentan. Y eso es lo que cuenta.
