Del imperio a la república: del juicio inquisitorio al juicio adversarial
Basañez, Miguel
Del imperio a la república: del juicio inquisitorio al juicio adversarial
La mudanza del sistema inquisitorio,escrito al adversarial,oral es posible en nuestro país. Presupone un cambio sustantivo para todos los involucrados en la administración e impartición de justicia, pero también implica una transformación de los sectores público, privado y social de nuestra nación: legisladores, académicos y ciudadanos comunes, todos ellos piezas fundamentales para sostener el empuje de la modernización judicial… Entre más rígido y dogmático es el sistema jurídico de un país, más difícil es alcanzar el desarrollo. El sistema más rígido es el islámico. El más flexible es el anglosajón, donde los jueces hacen las leyes oralmente, mediante los precedentes. El sistema romano,civilista es intermedio… En Chile, entrar a las salas de audiencia, más pequeñas que las americanas pero con el mismo concepto básico, aunque sin jurado, es sorprendente por la agilidad, precisión, profesionalidad, respeto, dignidad y fluidez con que se desarrollan las actividades.
Del imperio a la república: del juicio inquisitorio al juicio adversarial
La mudanza del sistema inquisitorio,escrito al adversarial,oral es posible en nuestro país. Presupone un cambio sustantivo para todos los involucrados en la administración e impartición de justicia, pero también implica una transformación de los sectores público, privado y social de nuestra nación: legisladores, académicos y ciudadanos comunes, todos ellos piezas fundamentales para sostener el empuje de la modernización judicial… Entre más rígido y dogmático es el sistema jurídico de un país, más difícil es alcanzar el desarrollo. El sistema más rígido es el islámico. El más flexible es el anglosajón, donde los jueces hacen las leyes oralmente, mediante los precedentes. El sistema romano,civilista es intermedio… En Chile, entrar a las salas de audiencia, más pequeñas que las americanas pero con el mismo concepto básico, aunque sin jurado, es sorprendente por la agilidad, precisión, profesionalidad, respeto, dignidad y fluidez con que se desarrollan las actividades.