La infidelidad no es lo grave, sino la deshonestidad. Alberto Tavira autor de Las mujeres de Peña Nieto
Acuña, Carlos
La infidelidad no es lo grave, sino la deshonestidad. Alberto Tavira autor de Las mujeres de Peña Nieto
Pocos periodistas conocen tanto a Enrique Peña Nieto como Alberto Tavira. Lo ha hecho a través de trabajos que parten de un ángulo distinto, lo que él llama la política del corazón. Eso le ha permitido tener acceso como pocos al candidato del PRI a la Presidencia, a su esposa, a su madre, a sus hermanas, a sus novias… Así es cómo ha construido el libro Las mujeres de. Peña Nieto, en el que las voces de ellas, las que han influido de una u otra manera en la vida del exgobernador, hablan de él. Y Tavira ha conseguido que incluso hablen las amantes que Peña Nieto tuvo mientras estuvo casado con Mónica Pretelini… Así que el retrato que ellas hacen tiene dos facetas: el del hombre seductor, detallista, romántico, capaz de entenderlas hasta en los mínimos detalles, pero también el de un hombre adicto a las mujeres, infiel a su pareja. A mí, acota Tavira, no me escandaliza que un político sea infiel, ni que eche sus copas, sino lo que es grave es la deshonestidad. La mentira es algo muy delicado.
La infidelidad no es lo grave, sino la deshonestidad. Alberto Tavira autor de Las mujeres de Peña Nieto
Pocos periodistas conocen tanto a Enrique Peña Nieto como Alberto Tavira. Lo ha hecho a través de trabajos que parten de un ángulo distinto, lo que él llama la política del corazón. Eso le ha permitido tener acceso como pocos al candidato del PRI a la Presidencia, a su esposa, a su madre, a sus hermanas, a sus novias… Así es cómo ha construido el libro Las mujeres de. Peña Nieto, en el que las voces de ellas, las que han influido de una u otra manera en la vida del exgobernador, hablan de él. Y Tavira ha conseguido que incluso hablen las amantes que Peña Nieto tuvo mientras estuvo casado con Mónica Pretelini… Así que el retrato que ellas hacen tiene dos facetas: el del hombre seductor, detallista, romántico, capaz de entenderlas hasta en los mínimos detalles, pero también el de un hombre adicto a las mujeres, infiel a su pareja. A mí, acota Tavira, no me escandaliza que un político sea infiel, ni que eche sus copas, sino lo que es grave es la deshonestidad. La mentira es algo muy delicado.