Japón: el pánico "civilizado"
Kerber Palma, Víctor
Japón: el pánico "civilizado"
Hacia 1973, como resultado de la desesperación en la que cayó el pueblo japonés cuando el sobreprecio del petróleo desató un tsunami inflacionario, el escritor Sakyȏ Komatsu publicó una novela apocalíptica bajo el título de Nihon Chinbotsu, El hundimiento de Japón. La trama está basada en un hecho real: el archipiélago nipón se localiza en los linderos de una placa tectónica que puede ocasionar una alta mortandad. Si una gran porción de tierra se hundiera en el mar, se produciría un éxodo de sobrevivientes por el mundo… Ocurre que la imaginación de los novelistas compite con los influjos de la naturaleza, y a veces ésta gana. Komatsu vislumbró un megadesastre con miles de náufragos arribando a las costas de China, Corea y el Sureste Asiático, lugares donde persisten los resentimientos por los desenfrenos del ejército imperial en la guerra… Aunque Japón sigue ahí a pesar de los terremotos ocurridos en días pasados, el éxodo ha comenzado. Cientos de personas huyen en busca de refugio en el sur; más aún, muchos contemplan la posibilidad de salir del país, atemorizados por la contaminación radiactiva provocada por las explosiones en los reactores de Fukushima. Las islas japonesas, dicen los geofísicos, se han desplazado más de dos metros desde su posición original y hasta se cree que el planeta entero se movió sobre su eje.
Japón: el pánico "civilizado"
Hacia 1973, como resultado de la desesperación en la que cayó el pueblo japonés cuando el sobreprecio del petróleo desató un tsunami inflacionario, el escritor Sakyȏ Komatsu publicó una novela apocalíptica bajo el título de Nihon Chinbotsu, El hundimiento de Japón. La trama está basada en un hecho real: el archipiélago nipón se localiza en los linderos de una placa tectónica que puede ocasionar una alta mortandad. Si una gran porción de tierra se hundiera en el mar, se produciría un éxodo de sobrevivientes por el mundo… Ocurre que la imaginación de los novelistas compite con los influjos de la naturaleza, y a veces ésta gana. Komatsu vislumbró un megadesastre con miles de náufragos arribando a las costas de China, Corea y el Sureste Asiático, lugares donde persisten los resentimientos por los desenfrenos del ejército imperial en la guerra… Aunque Japón sigue ahí a pesar de los terremotos ocurridos en días pasados, el éxodo ha comenzado. Cientos de personas huyen en busca de refugio en el sur; más aún, muchos contemplan la posibilidad de salir del país, atemorizados por la contaminación radiactiva provocada por las explosiones en los reactores de Fukushima. Las islas japonesas, dicen los geofísicos, se han desplazado más de dos metros desde su posición original y hasta se cree que el planeta entero se movió sobre su eje.