Una cazadora de colores imposibles
Cruz, Mónica
Una cazadora de colores imposibles
Una repentina lluvia lastima con fuerza el techo transparente del Centro de Artesanías de Coyoacán… Nada de esto desconcentra a Felipa Acosta de su tarea. Con pulso firme, sumerge la punta de una aguja en un mar de diminutas chaquiras multicolores y ensarta sin dificultad una cuenta azul celeste, justo la que necesita para comenzar a hacer un par de aretes con forma de flor. Una y otra vez repite, sin pausas, este movimiento… Desde los quince años, Felipa trabaja con chaquira o estambre casi todos los días. Ha sido mucho tiempo de hacer lo mismo, pero no podría dedicarse a otra cosa. Es lo único que sé hacer, pero me gusta, dice sin dejar de buscar y capturar cuentas azul celeste… Felipa heredó las técnicas maternas para coser chaquira y confeccionar esos cuadros de estambre con colores intensos y combinaciones imposibles tan característicos del mundo de los huicholes. Al igual que su madre, salió de su casa en Santa Catarina, una comunidad en la sierra de Jalisco, para vender artesanías en la Ciudad de México.
Una cazadora de colores imposibles
Una repentina lluvia lastima con fuerza el techo transparente del Centro de Artesanías de Coyoacán… Nada de esto desconcentra a Felipa Acosta de su tarea. Con pulso firme, sumerge la punta de una aguja en un mar de diminutas chaquiras multicolores y ensarta sin dificultad una cuenta azul celeste, justo la que necesita para comenzar a hacer un par de aretes con forma de flor. Una y otra vez repite, sin pausas, este movimiento… Desde los quince años, Felipa trabaja con chaquira o estambre casi todos los días. Ha sido mucho tiempo de hacer lo mismo, pero no podría dedicarse a otra cosa. Es lo único que sé hacer, pero me gusta, dice sin dejar de buscar y capturar cuentas azul celeste… Felipa heredó las técnicas maternas para coser chaquira y confeccionar esos cuadros de estambre con colores intensos y combinaciones imposibles tan característicos del mundo de los huicholes. Al igual que su madre, salió de su casa en Santa Catarina, una comunidad en la sierra de Jalisco, para vender artesanías en la Ciudad de México.