Persisten graves y sistemáticas violaciones a los derechos de las mujeres
Persisten graves y sistemáticas violaciones a los derechos de las mujeres
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) considera preocupante la grave situación de violencia y discriminación que sufren las mujeres en América Latina, así como los obstáculos que enfrentan en el acceso a la justicia. Según manifestó en comunicado de prensa, la CIDH ha constatado que prevalecen alarmante y persistentemente distintas formas de discriminación y de violencia, tanto física como psicológica y sexual contra mujeres de diferentes razas, etnias, edades y condiciones socioeconómicas. Asimismo, ha observado la proliferación de los contextos y escenarios públicos y privados en donde estos hechos ocurren, y de los contextos sociopolíticos en donde se desarrollan. Esta situación se potencia debido a los obstáculos que las mujeres enfrentan para acceder a recursos judiciales efectivos e idóneos para remediar estos hechos, lo que no sólo propicia una sensación de inseguridad, indefensión y desconfianza en la administración de justicia por parte de las víctimas, sino que además genera un contexto de impunidad que perpetúa la violencia contra las mujeres.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) considera preocupante la grave situación de violencia y discriminación que sufren las mujeres en América Latina, así como los obstáculos que enfrentan en el acceso a la justicia. Según manifestó en comunicado de prensa, la CIDH ha constatado que prevalecen alarmante y persistentemente distintas formas de discriminación y de violencia, tanto física como psicológica y sexual contra mujeres de diferentes razas, etnias, edades y condiciones socioeconómicas. Asimismo, ha observado la proliferación de los contextos y escenarios públicos y privados en donde estos hechos ocurren, y de los contextos sociopolíticos en donde se desarrollan. Esta situación se potencia debido a los obstáculos que las mujeres enfrentan para acceder a recursos judiciales efectivos e idóneos para remediar estos hechos, lo que no sólo propicia una sensación de inseguridad, indefensión y desconfianza en la administración de justicia por parte de las víctimas, sino que además genera un contexto de impunidad que perpetúa la violencia contra las mujeres.