¿Por qué somos infieles?
Meza, Gilberto
¿Por qué somos infieles?
En las primeras palabras de su autobiografía, Bertrand Russell hace una declaración que es todo un proyecto de vida: He buscado el amor, escribe, primero, porque comporta un éxtasis tan grande que a menudo hubiera sacrificado el resto de mi existencia por unas horas de este gozo. Lo he buscado, en segundo lugar, porque alivia la soledad, esa terrible soledad en que una conciencia trémula se asoma al borde del mundo para otear el frío e insondable abismo sin vida. Lo he buscado, finalmente, porque en la unión del amor he visto, en una miniatura mística, la visión anticipada del cielo que han imaginado santos y poetas… Ignoro si la declaración del viejo humanista británico tiene un parangón en nuestro país y nuestro tiempo, pero imagino que no; es, sin embargo, válida como punto de partida en cualquier investigación sobre el amor, que este texto no es pero igual nos sirve.
¿Por qué somos infieles?
En las primeras palabras de su autobiografía, Bertrand Russell hace una declaración que es todo un proyecto de vida: He buscado el amor, escribe, primero, porque comporta un éxtasis tan grande que a menudo hubiera sacrificado el resto de mi existencia por unas horas de este gozo. Lo he buscado, en segundo lugar, porque alivia la soledad, esa terrible soledad en que una conciencia trémula se asoma al borde del mundo para otear el frío e insondable abismo sin vida. Lo he buscado, finalmente, porque en la unión del amor he visto, en una miniatura mística, la visión anticipada del cielo que han imaginado santos y poetas… Ignoro si la declaración del viejo humanista británico tiene un parangón en nuestro país y nuestro tiempo, pero imagino que no; es, sin embargo, válida como punto de partida en cualquier investigación sobre el amor, que este texto no es pero igual nos sirve.