Crónica de un coloquio
Molina, Silvia
Crónica de un coloquio
El castillo de Val Duchesse tiene su origen en el dominio de Val Duchesse, donde la esposa del duque de Lovaina construyó, en 1262, un convento para la congregación de las hermanas dominicas. De aquella época sólo queda él priorato, donde se llevarán a cabo las conferencias, porque en 1796, bajo el, gobierno francés, cuando la congregación fue expulsada del dominio, la República vendió la propiedad. Su ttuevo dueño demolió casi todo el convento y edificó un edificio estilo, Luis Dieciséis, donde el gabinete belga organiza la mayoría de sus reuniones privadas y donde ofreceremos las idas del coloquio... Exorcizar fantasmas. Entre el público y entre los ponentes hay representantes de todas las ideologías que habrán de discutirse en las mesas de trabajo; lo mismo está un historiador que viene del Vaticano, que un descendiente de Napoleón Tercero o el descendiente de la princesa María Teresa de Borbón, que los especialistas austriacos en Maximiliano y Carlota, o los juaristas mexicanos, lo que promete un coloquio lleno de reflexiones y puntos de vista diversos y enriquecedores, que se sumarán a las reflexiones obtenidas en los dos coloquios anteriores. Uno se llevó a cabo en el Castillo de Miramar, y otro en el Castillo de Chapultepec, coordinado por Patricia Galeana.
Crónica de un coloquio
El castillo de Val Duchesse tiene su origen en el dominio de Val Duchesse, donde la esposa del duque de Lovaina construyó, en 1262, un convento para la congregación de las hermanas dominicas. De aquella época sólo queda él priorato, donde se llevarán a cabo las conferencias, porque en 1796, bajo el, gobierno francés, cuando la congregación fue expulsada del dominio, la República vendió la propiedad. Su ttuevo dueño demolió casi todo el convento y edificó un edificio estilo, Luis Dieciséis, donde el gabinete belga organiza la mayoría de sus reuniones privadas y donde ofreceremos las idas del coloquio... Exorcizar fantasmas. Entre el público y entre los ponentes hay representantes de todas las ideologías que habrán de discutirse en las mesas de trabajo; lo mismo está un historiador que viene del Vaticano, que un descendiente de Napoleón Tercero o el descendiente de la princesa María Teresa de Borbón, que los especialistas austriacos en Maximiliano y Carlota, o los juaristas mexicanos, lo que promete un coloquio lleno de reflexiones y puntos de vista diversos y enriquecedores, que se sumarán a las reflexiones obtenidas en los dos coloquios anteriores. Uno se llevó a cabo en el Castillo de Miramar, y otro en el Castillo de Chapultepec, coordinado por Patricia Galeana.
